La competencia de resolución de problemas permite determinar por qué un problema ocurre y cómo resolverlo. El proceso arranca definiendo el problema, para luego recolectar datos y evidencia que muestre las causas potenciales del mismo, para luego identificar la causa raíz. Seguidamente, se parte de una hipótesis y es que tomando acciones la causa puede ser eliminada, reducida o evitada, para lo que se ejecuta un plan de acción. Por último, se verifica la efectividad del plan de acción, se estandariza la solución y arranca el proceso de nuevo para identificar nuevos problemas.